Desde el año 1992, cada 10 de octubre, celebramos el Día Mundial de la Salud Mental. El lema para este año ha sido: “SALUD MENTAL, un derecho necesario”. Los residentes del Hospital SAN JUAN DE DIOS de Mondragón se han unido a esta celebración, compartiendo el deseo de una buena salud integral para todos.
En una de las Residencias del Hospital se celebró la Eucaristía, con una amplia participación de residentes y personal asistencial.
Y, además, dos residentes del Hospital han contribuido a dar visibilidad a la celebración de este día: Nora, al piano, y Goto, poeta consumado, nos ofrecen sus habilidades artísticas, su inspiración y sus vivencias. Un bonito estimulo de superación para hacer crecer la esperanza en quienes, día a día, luchan por una salud plena y por su integración en la sociedad. Tarea nada fácil, con muchas subidas y bajadas y con el viento contrario del estigma social, que rebaja la autoestima y encierra en el ostracismo a las personas.

DESTROZANDO EL ESTIGMA por Iñigo Montoya “Goto”.

Si eres consciente
de tu locura, vives más cerca
de la cordura
que aquellos
que se proclaman cuerdos.
Como palomas cojas
que no pueden volar
vivimos o sobrevivimos
en este hospital…
Y en las noches de luna llena.
O con un montón de estrellas.
Somos el cielo…
Y la tierra…
Y el cieno…
Lejos de nuestras casas.
Con mente o sin mente…
¡Pero a gatas!
Mendigamos colillas y cariño.
Somos como ancianos.
Somos como niños.
Vacuidad absoluta.
Triste letargo
que sabe a beso de puta,
a vino amargo.
Me he sumergido
en el silencio
y he llegado a oírlo gritar.
He estado ardiendo en el infierno
Y hoy he vuelto
para recitar…
Que somos iguales:
Ni más, ni menos que nadie.
Menos agresivos
(por estadística)
Más soñadores
(por descontado)
Más sensibles
(nos diagnostican)
Y más luchadores
(eso está claro)
Vamos rompiendo el estigma,
pero hay que destrozarlo.
Cada día es un buen día
para darle martillazos…
Pero hoy 10 de octubre
Día de la Salud Mental,
con más fuerza que nunca
exijamos lo que es nuestro:
libertad, amor, respeto…
Y un camino que andar:
regando flores,
apartando piedras,
sin hacer distinciones,
entre salud y enfermedad.